Los meteorólogos pronosticaron vientos muy fuertes para la madrugada del 24 de enero de 2008. La bajada de la presión fue increible:
Entre las 2 y las 3 de la madrugada empezó a soplar muy fuerte. Con el anemómetro que tengo instalado en el exterior se marcaban rachas de 115 Km/h. Sin embargo el record se alcanzó a las 5:26 de la mañana, que la estación meteorológica registró una racha máxima de 199 Km/h (107 nudos).
El viento hacía estragos: árboles caídos, carteles y señales de tráfico arrancados, marquesinas destruidas, ventanas reventadas y no hablemos de las tejas, contenedores de basura y demás mobiliario urbano que salió volando.
En el puerto deportivo hubo daños a las embarcaciones que estaban en tierra, y muchas velas, toldos y capotas fueron arrancadas. Y si no, mira las fotos.
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