El 11 de julio pasado terminó el Campeonato Mundial de J80, que se celebró en el abra del Sardinero, con victoria de los barcos de las Islas Canarias. Una vez fuera de combate los americanos (en fin, sin comentarios, gracias a Dios que no murió nadie) las tripulaciones cántabras se las prometían muy felices, y daban el campeonato por ganado (aquí estamos nosotros que somos los mejores). Pero no contaban con Rayco y compañía, que les devolvieron a la cruda realidad (y les dieron un buen repasito).
Después de lo visto (y oído) me surgen las siguientes reflexiones:
1.- Se ha comprobado que en Santander se pueden organizar con éxito eventos de vela de primer nivel. Si al final MADRID 2016 se lleva el gato al agua ¿Por qué no podríamos pensar en ser subsede olímipica para alguna clase? ¿Por qué se lo lleva todo Valencia? Coincidiría (si se logra) con la Capitalidad Cultural.
2.- Aunque se organice un campeonato en Santander, eso no garantiza que los ganadores van a ser de aquí. Esta gran perogrullada parece ser que a algunos se les pasó por alto y vendieron la piel del oso antes de cazarlo. Señores, tranquilidad y buenos alimentos, que en otros sitios también saben navegar (y muy bien por cierto).
3.- Fuera de la prensa local o especializada, este Campeonato (que es Mundial por si alguien lo olvida) no ha tenido apenas repercusión mediática. Ya sabemos que hay poca vida después del Fútbol, pero ¿se han hecho bien las cosas?
Y también me surgen otras, pero prefiero no ponerlas, por aquello de lo politicamente correcto. Mejor pongamos unas fotos.



