En el post anterior hice referencia a esa navegación soñada que es lo que suponen los que ven un velero desde la orilla (ver el vídeo más abajo). Pero (desgraciadamente) la realidad es más bien otra, sobre todo cuando el viento arrecia, y sirvan como ejemplo estos vídeos que he subido del inefable Calleja.
A veces cuesta mucho izar una vela tirando de su DRIZA. Tanto que puedes acabar tirado en la cubierta.
Al final acabas mareándote, y ya sabemos por propia experiencia que no es precisamente una situación agradable.
Si tengo tiempo, subiré mas ejemplos.