Estos días hemos visto por las inmediaciones de la isla de Mouro al buque de investigación oceanográfica y pesquera «Miguel Oliver».
Este buque de 70 metros de eslora, 14,40 metros de manga y un calado de 5,50 metros, es un laboratorio flotante que dispone entre otros dispositivos de una sonda de pesca que es capaz de diferenciar las distintas especies de peces, su tamaño y la distribución por tallas de los bancos de pescado. Posee una red de arrastre con sensores sin cable que informan sobre apertura, posición de la red, profundidad, temperatura, etc.
Aunque su principal función es la biológica, es decir, estudiar como se distribuyen y cuanta cantidad hay de las diferentes especies marinas con interés comercial, también puede realizar estudios de geología del fondo marino.
Este barco lleva operando desde el año 2.007 y ha participado en numerosas campañas. Ahora creemos que está estudiando la apertura de la costera de la caballa para los arrastreros del Cantábrico que permanecerá abierta del 8 al 15 de abril, para revisar que cantidad de la cuota se consume y la posible apertura de una nueva cuota dependiendo del sobrante que quede en la mar. Recordemos que pescar por encima de la cuota asignada puede tener como consecuencia fuertes multas como ya ha ocurrido en otras ocasiones por parte de las autoridades pesqueras de la Unión Europea.


